13/04/2022

Experiencia de certificación de carne carbono neutral

Agustín Inthamoussu, ingeniero agrónomo y consultor en cambio climático y desarrollo sustentable, fue otro de los profesionales que expuso en la jornada de la Expo Durazno, en su caso sobre “Experiencia de certificación de carne carbono neutral”, en la actividad que organizaron Montes del Plata, BPU Meat y Hereford Uruguay.

Al inicio, aclaró que “toda actividad humana genera emisiones de gases de efecto invernadero, y la ganadería no se escapa a esa realidad: emite gases de efecto invernadero; el asunto es cómo trabajar y cómo gestionar esas emisiones”.

Sobre la magnitud de las emisiones de ganadería hoy en el mundo, aclaró que “depende la fuente que se use, puede ser entre un 5% y 8%, (pero) depende también cómo se calcule”. Precisó que en zonas próximas a Uruguay, donde hay deforestación para uso de la tierra en ganadería, hay una mayor responsabilidad.

“Es verdad que la ganadería emite, pero eso no es un problema en sí. De hecho, en el Acuerdo de París está escrito que la seguridad alimentaria está por encima de los temas de cambio climático”. Queda claro que es prioritario alimentar al mundo y, a propósito de ese reconocimiento, este experto señaló el valor que tiene la ganadería por traducir pasto en proteínas.

Posteriormente, hablando de la ganadería uruguaya, comentó que los sistemas más comunes son de campo natural, que ahí hay muchos beneficios y que “además de todo lo sustentable que somos, podemos producirlo con un sello de neutralidad”.

Inthamoussu destacó que los actores del programa, además de productores particulares, son BPU y Montes del Plata, “son dos empresas que han conversado durante mucho tiempo de estos temas”.

Recientemente, dijo, “Montes del Plata empezó a calcular su huella de carbono, cuantificó sus emisiones de toda su fase productiva, desde el vivero, transporte de plantines, plan-tación, cosecha, planta, trans-porte de celulosa… y encontramos que había un excedente de remociones, toda la superficie forestal de Monte del Pla-ta capturaba mucho más carbono de lo que la actividad de Montes del Plata emitía, y ahí se genera una oportunidad”.

Así, en diálogo con BPU, “se generó la oportunidad de usar ese excedente de carbono, lo que sobraba de la captura de carbono de los árboles, para la ganadería que estaba siendo producida en tierras de Montes del Plata en sistemas de alianzas”.

Luego de explicar las participaciones de CLIMIT Y SGS, otros dos actores, mencionó que el proyecto de carbono neutralidad consistió en medir la huella de carbono del producto carne, con análisis del ciclo de vida, es decir, ese ganado que está saliendo de la portera del establecimiento… ¿Cuánto emitió cuando era un novillo chico?, ¿cuánto cuando era un ternero?, y en todas las actividades relacionadas con ese sistema.

Lo que se verifican son las emisiones de la carne de ese sistema integrado de producción ganadero-forestal. “La huella de carbono se puede medir, se tiene que medir, con todos los componentes que hacen parte de la huella de carbono. Nosotros en este caso hicimos un análisis de la cuna hasta la portera, son nomenclaturas de la ISO. Puede ser de la cuna hasta la tumba, la tumba se llama cuando el producto ya está, caducó, o se fue a un relleno sanitario, o se incineró, lo que sea. Acá estamos haciendo un análisis desde que es ternero hasta que sale del campo. ¿Y por qué hacemos hasta ahí? Primero porque es un proyecto piloto, y en sucesivas etapas se incluirán más fases de la producción. Sin embargo, hay un antecedente del Ministerio de Ganadería, LATU, INIA, Facultad de Agronomía, que hicieron un primer estudio de huella de carbono en la carne y determinaron que el transporte del ganado hasta el frigorífico y la fase industrial, eso tenía un peso del 0,6% de todas las emisiones. Entonces nosotros ahora estamos considerando el 99,4% de todas las emisiones posibles de ese ganado”, explicó.

Inthamoussu detalló que los gases de efecto invernadero son varios y se generan en la fermentación entérica, en el rumen, el pasto que es degradado y ahí se emite metano, que cada sistema tiene que ser estudiada para determinar qué actividad está ocurriendo en ese lugar y qué gas de efecto invernadero genera, entonces tenemos varios gases y todos ellos son después traducidos en una unidad equivalente que es el CO2 equivalente. Habló de fermentación entérica, deposición de orina y estiércol, uso de electricidad en el establecimiento que sea sólo atribuible a la actividad ganadera, o el uso de combustible fósil. Precisó que en un establecimiento podemos tener agricultura, pero ese combustible usado para la agricultura, que no es para alimento del ganado, eso queda por fuera, se analiza diferente. Dijo que se analizan todas las cuestiones que tienen que ver con la producción ganadera.

Un productor que quiera hacer una certificación de huella de carbono debe proveer todos esos datos a CLIMIT para hacer esa cuantificación. “No hay un costo, no hay que sacar del bolsillo plata para sacar nuevos datos, son datos que normalmente en los establecimientos se manejan, no hay que generar nuevos. Sí hay una cuestión de dedicarse al asunto y buscar el dato, y también buscar el respaldo del dato. El auditor, SGS, o puede ser otro, cuando analiza este programa lo que hace es: le decimos que hubo tanto consumo de combustible, y él va a querer entender si ese fue el número o fue otro, entonces hay que tener un respaldo de todo. Lo mismo para el stock ganadero, ahí por los temas de trazabilidad es más sencillo poder tener ese dato, pero sí hay que tener el dato preciso del productor, entender cuál es el stock ganadero al principio del ejercicio y al final del ejercicio. Cuántas compras, ventas, consumo y muertes hubo en ese periodo de análisis de un año...”.

También, agregó, “se consideran las remociones, la captura de carbono por los árboles. Y la captura de carbono se cuantifica en la biomasa aérea, lo que vemos, pero también la captura de carbono en las raíces, en la madera muerta, en el mantillo del bosque, y en el carbono orgánico del suelo. Entonces ahí Montes del Plata para este programa tiene muy buenos datos de todas las plantaciones forestales, en sus campos, y en campos de alianzas”.

Inthamoussu concluyó señalando, tras la experiencia detallada:  “La ganadería y la forestación, una alianza sustentable, desde el punto de vista del carbono que estamos analizando, es uno de los atributos ambientales que tiene la ganadería uruguaya”. 

Indicó que están a las órdenes de los productores interesados en el programa los siguientes medios de contacto: zero@bpumeat.com agustin.inthamoussu@climit.net / www.climit.net

 

Luego, sobre qué cosas no son incluidas, mencionó que “sabemos que hay captura de carbono en área de pastizales en campo natural y en mejoramientos, pero no tenemos un dato para respaldarlo, entonces en ese sentido no se usó este reservorio de carbono en esos sitios por no tener un respaldo, pero el programa es piloto y va a ir creciendo, y a futuro se podría considerar esas remociones de carbono en el campo natural, y en el bosque nativo”.

Posteriormente presentó un caso concreto, a modo de ejemplo, el del establecimiento La Volcada de Behrens, un productor ganadero. Está el campo de Montes del Plata con árboles de Montes del Plata, y por otro lado el predio de Behrens con ganado de Behrens. Ahora, Behrens arrienda el área de campo no plantada del establecimiento de Montes del Plata. Entonces tenemos ganado de Behrens en predios de Montes del Plata. Y, por otro lado, Montes del Plata arrienda un área que la destina a la forestación en el campo de Behrens. Ese campo tiene una superficie de 1.506 hectáreas, en las cuales 467 son forestadas (31%). De esas 467, cómo 440 hectáreas forestadas están en el campo de Montes del Plata, solamente 24 a 28 hectáreas están en el campo de Behrens. Es un sistema con el 31% de la superficie está forestada, un sistema ganadero extensivo de ciclo completo. Analizando los indicadores ambientales, el sistema emite anualmente 2.277 toneladas de CO2. De ese valor, un 99,3% es de la ganadería, el otro 0,7% es de los usos de fertilizantes, del uso electricidad, todas aquellas cosas que les enlistan y son un montón, en realidad tienen un peso relativo chico, y lo que pesa más son las emisiones del propio ganado.

“Por otro lado, ese 31% del área forestada capturó, en ese año, 26.263 toneladas. Son 26.263 toneladas capturadas por los árboles versus 2.277 emitidas por la ganadería. Sin embargo, se reporta como balance cero. Para temas de reporte se habla de una carne con balance cero, si no tendríamos que decir que es un balance de -50 kilos de CO2 por kilo de peso vivo”.

Destacó que en ese sistema de Behrens existe un compromiso de plantar y replantar, donde antes no existía bosque, con un bosque que va a permanecer en el tiempo, que hace que el promedio de remociones esté claramente siempre por encima de las emisiones, tanto que ese promedio de stock de 120 mil toneladas de CO2 dividido por las 2.200 toneladas emitidas da para 50 y algo de años, en el caso de Behrens, siempre sobre el compromiso de la re-plantación.

Analizando todos los casos, porque el de Beherens es solo uno, se puede concluir, si bien hay varios factores a consi-derar, que “las emisiones que nos dieron de la ganadería son prácticamente iguales a lo que Uruguay determina en su inventario nacional de gases de efecto invernadero, que Uruguay lo hace cada dos años, y eso da como 2,2 toneladas de CO2 por hectárea. A nosotros nos dio muy parecido (…) que cada 100 cabezas de ganado en stock si se plantarán 10 hectáreas forestales se podría llegar a esa neutralidad”, comentó.

Sobre el final de la jornada, llegó al panel una consulta planteada directamente a Agustín, quien respondió. En el caso de lo que es el crédito de carbono: ¿qué tan avanzado se está en poder, de alguna manera, utilizar ese crédito favorable que tiene el país, o que existe, para poder de alguna manera mejorar esa relación digamos de 100 animales cada 10 hectáreas, o para aquel que no tiene dentro de su sistema incorporada a la forestación?

“Buena pregunta. Hay una cosa muy importante a remarcar es que en este programa no hay crédito de carbono. El crédito de carbono es un producto que se genera en otras circunstancias, demostrando otras condiciones, y ahí sí hay un crédito que puede ser vendido de Uruguay hacia el mundo, a un alemán que quiere compensar sus emisiones. Se puede implementar, y el programa va a desarrollar en que, si tenemos una forestación en un departamento y de ganadería en otro, mientras que ese ganado rote entre esos dos predios, no tiene que estar uno al lado del otro, sí la forestación puede compensar esa carne. Pero acá no estamos hablando de créditos de carbono. Diferente programa, diferente análisis tendríamos que hacer si un ganadero tiene ganado, no está en el programa, o diseñamos uno nuevo donde se contabilizan las emisiones y se compran crédito de carbono, ello también se puede hacer bajo la norma ISO. Pero la norma ISO en este caso, nosotros lo que aplicamos fue la ganadería creciendo al lado del árbol y la neutralidad se da dentro del predio, no hay elementos como que vengan de afuera como el crédito de carbono”.

Cita destacada:
“Montes del Plata cuantificó sus emisiones de toda su fase productiva, desde el vivero, transporte de plantines, plantación, cosecha, planta, transporte de celulosa… y encontramos que toda la superficie forestal de Monte del Plata capturaba mucho más carbono de lo que la actividad de Montes del Plata emitía”

Para ver la exposición completa de Inthamoussu y las del resto de los disertantes: https://www.you-tube.com/watch?v=7tHDt2aIkaw